9 de febrero de 2015

Alguien como tú.

Hace unos días pasó por mi ventana alguien a quien esperaba desde hace mucho, ella quien me ilumina en las noches. Hacía mucho tiempo que no coincidíamos en mi ventana, y esta fue la adecuada. 

Sin hacer alusiones al tiempo pasado, hablamos como de costumbre, y me contaste algo que, de una forma u otra, podía imaginar.

Sin una pregunta directa, empezaste a contarme tus secretos, esos que nunca habías declarado a nadie, tus más íntimas historias jamás contadas. 

Y me reconociste un amor que ves en lo más lejano a ti.

No es otro amor que a quien ilumina tu cara siempre, quien sin pedirte nada a cambio, te da toda su luz para que brilles con hermosura y todos puedan apreciar la belleza de todo tu ser. 

No podía ser otro que ÉL.


Lo que no sabías era que él también me había hecho confesiones que no sabías. 

Me contó un secreto, y es que él la amaba locamente. 
Sin decírselo, sin mostrarse; únicamente entregándole todo lo que tenía e intentando tenerla lo más cerca posible, pero ella, mi Luna, lo evitaba.


[~ Yo ya estaba loco antes de ti, tú sólo has aparecido para no hacerme sentir tan loco. ~]




No hay comentarios:

Publicar un comentario