1 de noviembre de 2011

Improbable, pero no imposible.

La Real Academia define imposible como algo que no tiene facultad ni medios para llegar a ser o suceder, y define improbable como algo inverosímil que no se funda en una razón prudente.

Puestos a escoger a mi me gusta más la improbabilidad que la imposibilidad, como a todo el mundo, supongo.
La improbabilidad duele menos y deja un resquicio a la esperanza, a la épica...

Que David ganara a Golliat era improbable, pero sucedió; 
Que un afroamericano habitando la Casa Blanca era improbable, pero sucedió; 
Que los Barón Rojo volvieran a tocar juntos era improbable, pero también sucedió...
Nadal desbancando del número uno a Federer...
Una periodista convertida en princesa...
El 12-1 contra Malta...

El amor,las relaciones, los sentimientos no se fundan en una razón prudente...por eso no me gusta hablar de amores imposibles sino de AMORES IMPROBABLES.

Porque lo improbable es por definición probable, lo que es casi seguro que no pase y que puede pasar.


Y mientras haya una posibilidad, media posibilidad entre mil millones de que pase, vale la pena intentarlo.

11 de mayo de 2011

Mi corazón controla mi pensar...


Bésame, solo así, porque quiere el corazón...

18 de marzo de 2011

Ver la luz...


Yo sólo quiero hacerte saber
amiga estés donde estés,
que si te falta el aliento, yo te lo daré,
si te sientes sola, háblame
que te estaré escuchando aunque no te pueda ver.

14 de marzo de 2011


Ella sólo te romperá el corazón. Es un hecho. E incluso aunque te prevenga, aunque te garantice que ella sólo te lastimará, horriblemente, tú la perseguirás. ¿No es maravilloso el amor?

21 de febrero de 2011


Algún
día
encontrarás
a un
hombre
que
será
feliz
con
tan
solo
verte
dormir.

16 de febrero de 2011

Ríe y el mundo reirá contigo; llora y llorarás solo.


11 de enero de 2011




Y es que en esta vida vamos demasiado despacio.


No se por qué razón, pero el tiempo pasa rápido, y nosotros vamos muy despacio; nos da tiempo a fijarnos en la mayoría de las cosas que suceden anuestro alrededor.


Nos damos cuenta de todo absolutamente: esa pareja de quinceañeros que sale a pasear el perrito de ella cada mediodia cuando llega de clase; esa chica que llega cada día a la misma hora, deja el coche en la cochera, sube a su casa, y vuelve a bajar una hora después para volver a ir a trabajar; ese hombre que para en el bar a tomarse su cervecita antes de irse a casa a comer; la mujer que vuelve de recoger a su hijo del colegio; ese árbol con forma de persona; esa farola de tu calle que no enciende; el coche que siempre encuentras mal aparcado; la tienda de teléfonos que siempre tiene gente; la puerta del instituto llena de colillas, pipas...




Vamos demasiado despacio.


Tal vez es la velocidad que debemos llevar, y no me gusta.




Volvemos la mirada atrás... y pensamos en que no debimos haber seguido adelante.


No hay marcha atrás, sólo hay un camino.